16 de septiembre de 2019

SAN FRANCISCO RECIBE LAS LLAGAS DE CRISTO


El 17 de septiembre, la Orden Franciscana celebra la fiesta de la impresión de las llagas de Cristo en el cuerpo de san Francisco: manifestación externa de una largo camino de seguimiento, pertenencia e identificación con Cristo que llega a su culmen, a su cima.

Estando próxima la fiesta de la cruz de septiembre, fue una noche el hermano León, a la hora acostumbrada, para rezar los maitines con san Francisco. Lo mismo que otras veces, dijo desde el extremo de la pasarela: Domine, labia mea aperies, y san Francisco no respondió. El hermano León no se volvió atrás, como san Francisco se lo tenía ordenado, sino que, con buena y santa intención, pasó y entró suavemente en su celda; no encontrándolo, pensó que estaría en oración en algún lugar del bosque. Salió fuera y fue buscando sigilosamente por el bosque a la luz de la luna. Por fin oyó la voz de san Francisco, y, acercándose, lo halló arrodillado, con el rostro y las manos levantadas hacia el cielo, mientras decía lleno de fervor de espíritu: - ¿Quién eres tú, dulcísimo Dios mío? Y, ¿quién soy yo, gusano vilísimo e inútil siervo tuyo? Y repetía siempre las mismas palabras, sin decir otra cosa. El hermano León, fuertemente sorprendido de lo que veía, levantó los ojos y miró hacia el cielo; y, mientras estaba mirando, vio bajar del cielo un rayo de luz bellísima y deslumbrante, que vino a posarse sobre la cabeza de san Francisco; y oyó que de la llama luminosa salía una voz que hablaba con san Francisco; pero el hermano León no entendía lo que hablaba. Al ver esto, y reputándose indigno de estar tan cerca de aquel santo sitio donde tenía lugar la aparición y temiendo, por otra parte, ofender a san Francisco o estorbarle en su consolación si se daba cuenta, se fue retirando poco a poco sin hacer ruido, y desde lejos esperó hasta ver el final. Y, mirando con atención, vio cómo San Francisco extendía por tres veces las manos hacia la llama; finalmente, al cabo de un buen rato, vio cómo la llama volvía al cielo.